Marisa González asesora a Íñigo Onieva, ex-novio de Tamara Falcó, en materia de comunicación

Marisa González asesora a Íñigo Onieva, ex-novio de Tamara Falcó, en materia de comunicación

Íñigo Onieva, ex-novio de Tamara Falcó, está siendo asesorado mediáticamente por una mujer muy conocida en el ámbito de la comunicación política, y no es otra que Marisa González Casado, quien en su día fuera directora de comunicación de personajes del ámbito de la política, como Cristina Cifuentes o Alberto Ruiz-Gallardón.

 

Marisa González es amiga de la familia Onieva desde hace años, y en concreto, mantiene una estrecha relación de confianza con Carolina Molas, madre de Íñigo, de forma que habría accedido, desinteresadamente, a prestar sus servicios y conocimientos a Onieva para hacer frente al entramado mediático al que se enfrenta tras su ruptura con la popular celebrity.

De esta manera, Marisa González, que últimamente también estuvo detrás de la estrategia de comunicación de Luis Rubiales al frente de Real Federación Española de Fútbol, estaría detrás de la exposición pública de Onieva, siendo la persona que le guía y la ideóloga y responsable de su reaparición ante los medios de comunicación, a las puertas del restaurante, donde volvió a pedir disculpas a Falcó.

Ese día volvió a pedir perdón manifestando, a instancias de Marisa González, que "aprovecho para pedirle perdón a Tamara. Lo haré cuantas veces haga falta. Me tiene destrozado el haberle hecho daño y haberla engañado. Si ya es dura una ruptura, esta repercusión mediática lo es más".

Además, quiso plasmar la realidad que vive su familia explicando que "siento que estén pagando las consecuencias sobre lo que ocurrió, y que sufran este acoso. No se lo merecen. Sólo quiero vivir mi vida con normalidad. Ruego encarecidamente respeto hacia mi persona, mi trabajo y mi familia".

El momento fue de lo más oportuno, ya que hacía días que a los medios se les estaba haciendo llegar la idea de que el ex de Tamara era un joven normal que se estaba viendo injustamente lapidado por cometer un error, mientras Tamara perdía puntos en la opinión pública por sus comentarios homófobos en un congreso ultracatólico de México, por los que luego se disculpó.

Comenzaba así la “operación lavado de imagen” de Onieva, defendiendo la relatividad de la importancia de una infidelidad en la pareja, de forma que hasta Isabel Preysler se mostró conmovida por las disculpas de su ex yerno: “Ha sido muy cariñoso y muy respetuoso por su parte”, declaró.

Todo estuvo cuidado al detalle en esa improvisada mini rueda de prensa, desde el lugar elegido, a las puertas de uno de los locales en los que trabaja, pasando por los actores (su madre, su hermanos y su abuela) y un "guion" muy medido en cada palabra medida, mencionando a Tamara, a su familia y a su trabajo.

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