Sorpresa y polémica por el uso del IPad por parte de un diputado en la tribuna del Parlamento alemán

Sorpresa y polémica por el uso del IPad por parte de un diputado en la tribuna del Parlamento alemán

El diputado alemán liberal Jimmy Schulz (FDP) se ha convertido en el primer miembro de una cámara parlamentaria que se ha presentado en una intervención ante el pleno con su iPad bajo el brazo, lo ha situado en el atril y se ha servido de él para leer y documentar su discurso. Los ordenadores portátiles nunca han sido bien vistos en la sala de plenos del Bundestag, donde los bedeles, que siguen vistiendo un elegante frac, se encargan de la labor de llevar y traer papeles, notas, actualizaciones o mensajes de sus colaboradores a todos los diputados que requieran ese servicio.

Por eso sorprendió aún más el iPad de Schulz en la tarima de intervenciones, el primer ordenador que ha conseguido traspasar las puertas de cristal que guardan la sala central del edificio del Reichstag, bajo la cúpula de Norman Foster.

Pero los que pusieron mala cara no fueron los bedeles, que no temen quedarse sin trabajo por culpa del iPad, sino algunos de los diputados de más edad que no daban crédito.

Tras una pequeña polémica sobre la legalidad de su uso en ese ámbito, la comisión de Orden y Funcionamiento, a la que pertenecer 13 diputados, ha anunciado que estudiará qué medios digitales pueden o no usarse en la sala de plenos, incluidas las tribunas de prensa y de visitantes.

Esta comisión, que ahora preside el cristianodemócrata Thomas Strobl, ya decidió en 1995 que los diputados no debían utilizar el teléfono móvil durante las sesiones, una tortura para Angela Merkel, que escribe SMS a todas horas.

El diputado del iPad, Schulz, ha dicho que acatará la decisión de la comisión, pero ha recordado que "aquí trabajamos con informes y expedientes eternos, hacemos referencia detallada a documentos de cientos de páginas y, todo eso, con el iPad, sería mucho más fácil. Además, ya es hora de que terminemos con eso de fotocopiar montañas y montañas de papel".

Se trataba, por cierto, de un pleno dedicado a la protección de datos en Internet, en el que el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, pidió una "goma de borrar digital para cada usuario", que permita eliminar datos y que, en palabras del ministro, "enseñe a Internet a olvidar".

Pero por ocurrentes que fueran las expresiones del ministro, la imagen que ha quedado en los medios de comunicación, y posiblemente en el subconsciente de la política alemana, es la imagen de Schulz leyendo su discurso en un iPad que manejaba con las yemas de los dedos con increíble rapidez, teniendo en cuenta que los diputados alemanes disponen de él desde hace sólo un par de semanas.

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