Licenciada en Sociología por la Universidad de Alicante, Sonia Castedo Ramos (Ribadeo, 1970) lleva toda su vida vinculada a Alicante. Su carrera profesional también se ha desarrollado en el Ayuntamiento de la ciudad. Empezó a trabajar en el año 1995 dentro del gabinete de comunicación, asumiendo las labores de jefa de prensa en el año 1997. En 1999 ya era concejal y en 2003 era nombrada primer teniente de alcalde, concejal de Urbanismo y presidenta delegada del Patronato Municipal de la Vivienda.
Era la intocable mano derecha del ex alcalde Luis Díaz Alperi, su mentor espiritual. Ahora ambos están acusados de los presuntos delitos de revelación de información privilegiada, tráfico de influencias y cohecho por las irregularidades en la tramitación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Alicante en una pieza separada del llamado caso Brugal.
Castedo fue desde 2003 responsable municipal de Urbanismo -primero como delegada y después como concejal- hasta que Alperi le cedió la vara de mando a mediados de 2008. El 17 de septiembre de ese mismo año se convirtió en la primera alcaldesa de la historia de Alicante. Meses antes había entrado en la dirección nacional del partido, tras pasar por el aparato regional y Nuevas Generaciones.
Su gestión se ha caracterizado por un acercamiento casi obsesivo a los agentes sociales de la ciudad: asociaciones de vecinos, comerciantes y fiestas (ella misma fue Bellea de la Hoguera Princesa Mercedes). La primera etapa de Castedo destacó por una hiperactividad que contrastaba con las calculadas apariciones de su antecesor. La alcaldesa es también una asidua de las redes sociales, donde opina con absoluta libertad -incluso sobre espinosas cuestiones internas del partido- y responde a las quejas vecinales directamente.
Es una habitual en el palco del Rico Pérez, el estadio del Hércules, ese que le "apañó" al empresario Enrique Ortiz, dueño del club y promotor al que, según la investigación benefició en el Plan Urbanístico. En el plano municipal ha creado la Concejalía de Imagen Urbana, que se encarga de las obras de embellecimiento de la ciudad. Ha reestructurado completamente el área de Seguridad, Tráfico y Transportes, con la creación de unidades especializadas para problemas concretos de la ciudad (botellón o venta ilegal de material pirotécnico en Hogueras de Sant Joan, por ejemplo) y ha conseguido mantener uno de los índices de endeudamiento más bajos de su entorno (un 62 %).
En su ciudad arrasó y conquistó una amplísima mayoría con 18 concejales. Sus enemigos interpretaron el movimiento como un blindaje judicial contra las acusaciones del fiscal en la rama alicantina del caso Brugal. Camps la hizo aforada cuando Anticorrupción ya mantenía que Castedo podía haber dado un trato de favor a Ortiz -el principal dueño de suelo de Alicante, y también principal contratista del Ayuntamiento- en la revisión del Plan General de la ciudad. En la lista de dádivas se incluyen tres viajes, un coche y colocar a gente en empresas de Ortiz.
Castedo ha reconocido dos cosas de esta lista: un viaje a Ibiza en el yate del empresario y el mediar para conseguir trabajo a los desempleados. "Y lo voy a seguir haciendo -dijo en el último caso-, porque es parte de mi responsabilidad".