Hace trece meses, el alcalde de Vilagarcía, Tomás Fole (PP), destituía a uno de los dos cargos de confianza de su equipo. Su jefa de gabinete, con la que había trabajado años antes, en la oposición, encargada de dirigir la política de comunicación de Ravella, era despedida abruptamente.

Desde entonces, y aunque los presupuestos municipales para el año en curso prevén la cobertura de la plaza, Fole había prescindido de esta figura. Hasta ayer, cuando trascendió que el regidor acaba de contratar a otra persona para desempeñar las mismas funciones, cosechando críticas unánimes entre la oposición.

Cuenta La Voz de Galicia que nadie entre la formaciones de la izquierda local, entiende la necesidad de algo así cuando restan menos de dos meses para los comicios municipales. A no ser que se observe desde una óptica puramente electoralista.

Así, para el PSOE este paso resulta «inadmisible e injustificable», un peldaño más sobre la oleada de obras «electoralistas e os anuncios desde o púlpito». Tania García va más allá y considera «indigno» que se empleen fondos públicos en este contrato tras un mandato marcado por el incremento de la presión fiscal y la negativa sistemática a llevar a cabo «programas como los de alimentación infantil o el plan de becas, alegando que non había fondos».

La nacionalista María Villaronga ha recordado por su parte que ya en el momento de aprobar los presupuestos, su formación alertó sobre el uso partidista que Fole podría dar a este puesto de confianza en vísperas de las elecciones.