El director de Comunicación de Downing Street, Andy Coulson, ha sido implicado por la policía metropolitana de Londres en un escándalo de pinchazos ilegales de los teléfonos de famosos y políticos británicos, incluidos miembros de la Familia Real. Coulson, ex director del tabloide británico News Of The World y actual asesor del primer ministro del Reino Unido, David Cameron, ha vuelto a verse involucrado en el caso de escuchas ilícitas de mensajes telefónicos que data de su época al frente del mencionado diario sensacionalista.
El primer ministro británico, David Cameron, apoya a su asesor en este escándalo en el que un ex reportero del tabloide, Sean Hoare, afirmó que cuando trabajó con Coulson en esa publicación el entonces director le pidió que interceptara teléfonos, acusación que ha negado el ahora asesor de Cameron. Hoare asegura que esa práctica estaba extendida entre los profesionales del tabloide.
Respecto a las alegaciones contra el asesor gubernamental, un portavoz de Coulson dijo que éste ha indicado a la policía metropolitana "que no tiene inconveniente en reunirse con ellos voluntariamente tras las acusaciones hechas por Sean Hoare". "El señor Coulson niega dichas acusaciones. Sin embargo, se ha ofrecido a hablar con los agentes si hay necesidad y agradecería la oportunidad de dar su punto de vista sobre las acusaciones de Hoare", añadió el portavoz.
El nombre de Coulson volvió a estar en el punto de mira de los medios británicos a raíz de un artículo publicado en The New York Times en el que se hablaba de la práctica de algunos reporteros de News of the World de interceptar ilegalmente teléfonos de figuras públicas para obtener información. Ex reporteros de dicho tabloide revelaron al periódico estadounidense que esa práctica estaba más extendida de lo que admitió el dominical británico cuando la policía investigó el caso por primera vez.
La BBC ha recordado que The New York Times y la policía metropolitana se mantuvieron en contacto durante muchos meses por este caso, pero que la entrevista a Hoare constituye la primera evidencia nueva que han logrado tener.
Por su parte, diputados laboristas sometieron a la ministra británica de Interior, Theresa May, a una sesión urgente de preguntas en la Cámara de los Comunes, en la que la titular afirmó que, si hubiera nuevas pruebas al respecto "la policía encontraría la forma de proceder".
En 2007, el director del periódico Andy Coulson dimitió después de que el reportero que cubría los temas de la familia real, Clive Goodman, fuera encarcelado. Goodman fue acusado de conspiración para acceder a mensajes telefónicos de la realeza de forma ilegal, un hecho que el periódico calificó de "caso aislado".
En 2009, la policía metropolitana decidió no abrir una investigación para aclarar unas acusaciones hechas por el rotativo británico The Guardian en las que se afirmaba que algunos periodistas habían interceptado mensajes de teléfono de varias figuras públicas. En aquel momento consideraron que las pruebas de las que disponía no eran suficientes para seguir adelante con las pesquisas.