Andy Coulson, ex jefe de prensa del primer ministro británico, David Cameron, y Rebekah Brooks, que fue directora ejecutiva de News International, son dos de las ocho personas que van a ser acusadas formalmente por su implicación en el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales realizadas por periodistas del tabloide británico News of the World, según ha informado la Fiscalía del Estado, que considera que esas ocho personas conspiraron para interceptar comunicaciones privadas entre el 13 de octubre de 2001 y el 9 de agosto de 2006.
La Policía Metropolitana de Londres inició una investigación el año pasado, después de que saliera a la luz que varios periodistas del News of the World habían pinchado los teléfonos móviles de personajes famosos, familiares de personas fallecidas e incluso miembros de la familia real británica.
A Brooks se le imputarán dos cargos, uno de ellos por el caso de Milly Dowler, una niña asesinada a cuyos mensajes de teléfono móvil accedió el dominical ilegalmente mientras estaba desaparecida, según ha declarado la asesora legal principal del fiscal general del Estado, Alison Levitt, citada por la cadena BBC. Levitt ha añadido que Coulson, que dirigió el tabloide antes de ser el director de comunicación de Downing Street, también será acusado en relación con el caso de Milly Dowler.
"He concluido que, en el caso de ocho de los trece sospechosos, hay pruebas suficientes para que haya una posibilidad real de condena en relación con uno o más delitos", ha indicado Levitt. Las demás personas que serán acusadas por la Fiscalía son Stuart Kuttner, antiguo director gerente del periódico; Greg Miskiw, exdirector de noticias; Ian Edmondson, exdirector adjunto; Neville Thurlbeck, antiguo redactor jefe; James Weatherup, exdirector adjunto, y el detective privado Glenn Mulcaire.
La pena máxima que se puede imponer en Reino Unido por los delitos cometidos al realizar escuchas telefónicas ilegales es de dos años de prisión y/o una multa.
Coulson se convirtió en director de comunicación del Partido Conservador, un puesto desde el cual ayudó a Cameron a convertirse en primer ministro, en julio de 2007, solo seis meses después de dimitir como director de News of the World tras el ingreso en prisión de uno de sus periodistas por haber pinchado teléfonos.
Posteriormente, entró en Downing Street. Miembros de la oposición han afirmado que Cameron nombró a Coulson para asegurarse el apoyo del magnate de los medios de comunicación de Rupert Murdoch, dueño del tabloide, y lo han criticado por esa decisión. La implicación de Coulson y Brooks, amiga del primer ministro, en el caso de las escuchas derivó en un escándalo político nacional que ha puesto de manifiesto la estrecha relación existente entre políticos, la Policía y los medios de comunicación.