Politico, el diario estadounidense especializado en información política, ha alcanzado el equilibrio en su modelo de negocio, al coseguir que las suscripciones representen la mitad de sus ingresos.
El punto de partida en la implantación de los servicios de suscripciones para la prensa on-line, consiste en que, con tiempo, este modelo vaya convirtiéndose en realidad.
De esta manera, Politico se ha convertido uno de los ejemplos a estudiar en el campo de las suscripciones. Esta publicación digital especializada ha procurado desde sus inicios ampliar sus horizontes sin descuidar ninguna de sus apuestas informativas, hasta el punto de que el modelo ha dado sus frutos, consiguiendo que los contenidos de pago representen a estas alturas la mitad de sus ingresos.
El medio debe buena parte de este hito a Politico Pro, su producto de pago sobre política e industria, que en siete años ha pasado de ser un proyecto de laboratorio a tener un equipo de 200 personas.
Solo en los últimos tres años sus ingresos han crecido a un ritmo anual del 30 %, manteniendo una tasa de renovación cercana al 90 % entre su base de suscriptores.
Según ha informado la compañía, Politico Pro cuenta con 20.000 abonados, una cifra prácticamente ínfima si se compara con los cerca de 30 millones de usuarios únicos que leen el medio cada mes. Sin embargo, el valor de cada uno de estos 20.000 lectores es irreemplazable para la publicación, ya que cada suscripción individual puede costar hasta 7.000 euros al año.
En la actualidad, este área de la publicación cubre 16 áreas legislativas, trece más que en el momento de su lanzamiento en 2010, cuando tenía un precio de salida de 2.000 euros.
La estrategia que siguen los responsables del servicio para actualizarlo consiste en ofrecer cualquier novedad, para desde el equipo de desarrollo realizar una encuesta entre sus suscriptores. Si la mitad la considera útil, se desarrolla la idea; sino, se trabaja en ella de una manera independiente.
Para los responsables de Politico mantener unas tasas de renovación altas es una cuestión primordial, por lo que los equipos comerciales y editoriales trabajan conjuntamente para mantener el interés de sus productos. Y aunque la información que ofrecen es especializada, consideran que las perspectivas de crecimiento son todavía muy amplias.