Más recientemente, apareció otra corrosiva serie titulada The Thick of It, que no era sino una especie de secuela de aquellas, pero actualizando los guiones hasta identificarlos con los nuevos aires políticos que trajo la época Blair, una época política basada en el presidencialismo y en una especie de poder omnipotente de directores de comunicación.
In The Loop, una película que se estrena en estos días, no es sino la adaptación cinematográfica de ese formato. Se trata de una especie de secuela de la serie que narra los esfuerzos diplomáticos, entre británicos y americanos, para llevar a cabo otra guerra en Oriente Medio.
Estamos ante una parodia de la conjura de esos dos países por invadir Irak y las supuestas maniobras del gobierno de Blair para vetar a la BBC la difusión de un informe que desaconsejaban la intervención armada.
Grabada como si una cámara hubiera sido capaz de colarse en los pasillos donde se deciden los destinos del planeta, el mayor atractivo del filme reside en el personaje de Malcolm Tucker, el malhablado director de comunicación del Gobierno británico interpretado por Peter Capaldi. De hecho, los tacos con los que Tucker deleita al espectador y la constante innovación en el uso de la palabra “fuck” son dos de los pilares de esta propuesta que hará las delicias de los aficionados a la comunicación política.
El director escocés Armando Iannuci, sin embargo, no ha conseguido dar a la película la frescura del producto original... y es que Tucker es un tipo hilarante en dosis de media hora, pero en formato largo, el personaje acaba convertido en un simple cliché. El argumento es consistente, pero la constante sucesión de enredos lo relega a un segundo plano.
La visión que la película da de la clase política es demoledora, y los mandatarios y sus acólitos se nos muestran como tipos obsesionados por sus propias carreras, más pendientes de su ego que del interés público... ¿qué habrá de cierto en ese argumento?