Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, candidatos a la Presidencia del Gobierno, se enfrentarán el próximo 7 de noviembre al esperado cara a cara, algo que los expertos valoran de forma positiva desde el punto de vista de la conveniencia de ambos candidatos. Carlos Elías, profesor de oratoria y medios de comunicación, recuerda que el pasado mes de septiembre, hizo 51 años del primer debate televisivo de la historia.

"Desde el punto de vista del significado ese primer debate cambió el lenguaje político, ahora tienen que darse ideas cortas y atractivas", explica Elías. Aunque el debate se ha hecho esperar, los expertos coinciden en que era lógico que se realizase. "Una sobre exposición mediática le beneficia sobre todo a Rubalcaba que parece que lo tiene más difícil que Rajoy y tiene mucha confianza en si mismo", apunta el experto.

El profesor de oratoria se lamenta de que España no es un país de grandes oradores. ''No es como en Estado Unidos que tienen una tradición muy fuerte de debatir en público'', afirma Elías. ''Lo que les aconsejo a ambos es que no desaprovechen las posibilidades de Internet porque a Obama le fue de lujo'' explica el profesor de la Carlos III. Y añade: ''La gente ya no lee tanto el papel, hay que hablar al electorado por Internet''.

Álvaro Matud, director de Comunicación de Cremades Calvo Sotelo, apunta que ''a Rubalcaba le interesa porque cree que él es mejor debatiendo''. ''Al ir ganando, a Rajoy podría no convenirle un debate pero si no lo hubiera hecho, convertiría el 'no debate' en tema de campaña'', explica Matud. Según el experto, el resultado del debate no debería cambiar la intención de voto sino promover la participación. ''Otro efecto del debate será favorecer el bipartidismo, algo que favorece a Rubalcaba porque en él se concentra la opción anti Rajoy'', señala.

''Aquél primer debate televisado hace 51 años impactó porque era la primera vez que se veía a los candidatos de esa manera'', apunta el director en comunicación. Y añade, ''lo que nos afectaría ahora sería un golpe de contenido, como un trapo sucio''. Álvaro Matud cree en la necesidad de televisar cualquier debate de esta categoría. ''Un debate on-line provocaría desconfianza y una avalancha de preguntas por parte del electorado de las que el político escaparía con más facilidad''. ''Al meter la imagen y a un periodista que modere adquiere otro significado y con las ventajas de Internet'', concluye el experto en comunicación.