La exposición Mujeres y Política. La participación en elecciones, que se muestra en el Archivo Histórico Provincial de Málaga, pretende dar a conocer la reivindicación de la mujer desde finales del siglo XIX por participar en la política; destacando malagueñas como María Espinosa de los Monteros, Victoria Kent e incluso la periodista María Teresa Campos.
El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, ha recordado la lucha contra el "machismo y la discriminación" por parte de las mujeres para llegar a la vida política, de ahí que haya destacado que esta muestra trata de rememorar "cómo se luchaba por tener derecho al voto" y la llegada al momento actual, con partidos que utilizan métodos como las listas cremallera, "una discriminación positiva que ha permitido avanzar muchísimo, consiguiendo la igualdad real en política".
La exposición cuenta con tres partes. La primera son los antecedentes y la reivindicación de la mujer para su participación en política desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando la mujer comienza a luchar por tener un lugar en los espacios públicos y su participación fuera del ámbito doméstico.
Este movimiento estuvo encabezado por las mujeres burguesas que habían alcanzado ciertos niveles de formación y de conocimiento, las cuales reclamaban, en 1854, el sufragio universal y la reforma del Código Civil.
En defensa de esa reclamación se creó la ANME, donde participaban María Espinosa, Elisa Soriano, Clara Campoamor, Victoria Kent y María de Maeztu. El primer manifiesto reclamaba igualdad de derechos políticos, jurídicos y económicos para las mujeres y promover los derechos de las mujeres, específicamente el derecho al voto.
La segunda parte de la muestra coincide con la II República. En 1931 las mujeres podían ser elegidas, pero no ser electoras, y aunque pudieron participar en la política activa, al ser nombradas directoras generales exigían el derecho al voto, ha recordado el responsable andaluz de Cultura. Durante la II República, Clara Campoamor fue elegida diputada, integrando las listas del Partido Radical, y por ello formó parte de la Comisión Constitucional -integrada por 21 diputados-, donde luchó para establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a menudo llamado voto femenino.
Esta reivindicación provocó un enfrentamiento entre las propias mujeres dedicadas a la política, entre Campoamor y la malagueña Victoria Kent. La izquierda, con la excepción de un grupo de socialistas y algunos republicanos, no querían que la mujer votase porque se suponía que esta estaba muy influenciada por la Iglesia y estaría a favor de la derecha.
La tercera parte de la muestra aborda la etapa de la Transición (1975-1978). La Ley de Reforma Política de 1976 permitió, entre otros aspectos, la celebración de las elecciones el 15 de junio de 1977, en cuyos programas los partidos presentaron propuestas relativas a la mujer. En esta época, los partidos políticos y las organizaciones sindicales crean comisiones de mujeres y es cuando éstas no dudaron en participar en todo tipo de actividades políticas y, como es el caso de Campos, presentarse a los comicios.