Las asociaciones de periodistas no han tardado en reaccionar ante la "mucho más que una salida de tono" del director de comunicación del Ministerio de Trabajo, que increpó a un periodista de TVE por preguntar a su jefe sobre algo "que no estaba en el guión". A través de un comunicado, la Asociación de la Prensa de Madrid ha exigido "explicaciones y disculpas" al Ministerio. La entidad que preside Fernando González Urbaneja ha señalado que el comportamiento del responsable de comunicación del Ministerio de Trabajo "merece condena y rechazo, por cuanto refleja reprobable ofuscación e inaceptable prepotencia".

"Exigimos del Ministerio de Trabajo una explicación de este comportamiento y una disculpa ante al afectado y ante la opinión pública, que es la perjudicada por esos modos y semejante talante", ha señalado la asociación, que lamenta que cada día sean "más frecuentes los desplantes de políticos de todos los partidos a periodistas que ejercen su profesión y les incomodan".

Pero la APM no es la única que ha levantado la voz contra los abusos de Trenchs. La Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) ha hecho lo propio dejando constancia de su condena al proceder del dircom, ya que considera que esta actitud revela una visión totalitaria de la comunicación, equiparable a la de un laborioso empleado del Servicio de Prensa del Movimiento o a la de un eficiente "apparatchick" del Soviet.

La APIE resalta también que la actitud del portavoz contrastó con la disposición a contestar a la pregunta del periodista por parte del ministro Celestino Corbacho y expresa su total solidaridad con el periodista amenazado, recordando que la libertad de prensa es un derecho consagrado por la Constitución Española en su artículo 20.1.d. "La función de los periodistas es informar, contar a la sociedad lo que ocurre, ejercer de perros guardianes de las libertades y los derechos de los ciudadanos".

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) tampoco se ha quedado callada. Considera que "este hecho constituye un agravio para toda la profesión periodística en España" y se suma a la exigencia de la APM: pedir disculpas tanto al periodista como a la opinión pública.

La FAPE recuerda que la pregunta es la principal herramienta de los periodistas para poder informar a la sociedad, y condena la creciente tendencia de los personajes públicos de ofrecer ruedas de prensa sin derecho a réplica. Insta, por tanto, a la profesión periodística a "defender sus derechos profesionales frente a actitudes como la que ha tenido que sufrir el compañero de La2 Noticias".