La colección permanente del Museo Reina Sofía acaba de integrar a su discurso el arte poético surgido de los años 60 y 70, inexorablemente unido a los grandes cambios políticos experimentados en todo el mundo. «De la revuelta a la posmodernidad» (1962-1982) integra el tercer tramo de la colección de las instalaciones del Reina Sofía, con cerca de 300 obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones, vídeos, fotografías y material documental que, en un 80 por ciento, que según Manuel Borja-Villel, supone obras nuevas.
«Es un recorrido poético y político que más que dar respuestas plantea preguntas», ha dicho el director del museo, quien ha recordado que los veinte años que incluyen esta parte de la colección suponen el cambio definitivo de paradigma respecto a la consideración del arte desde el Renacimiento, fundamentalmente por la «ausencia» del autor.
Entre los artistas que representan ese periodo destacan algunos como Luis Gordillo, Carlos Alcolea, George Brecht, Colita, Nacho Criado, Marcel Broodthaers, Eugènia Balcells, Mario Pistoletto o Alberto Corazón, quienes atestiguan con sus obras la puesta en cuestión del hecho artístico y de la obra de arte como tal.
La irrupción de nuevas tecnologías, el avance del consumismo, los procesos de descolonización y el inicio de la globalización son algunos de los cambios ocurridos entre los 60 y principios de los 80, con acontecimientos como el Mayo del 68, la crisis económica a partir de 1973, la muerte de Franco o la transición democrática, que marcan indefectiblemente el arte del momento.
Frente a la alegría y el optimismo de las salas de la planta 1, el arte del nivel 0 «se radicaliza» con la crisis de 1973, con proyectos en los que la fotografía se convierte en el elemento central, como en la serie «Muelle 18» o los trabajos del Grup de Treball, donde el arte se convierte en un ámbito para las reivindicaciones políticas que no pueden articularse en otros espacios.
La actitud desafiante del punk también está presente en el Reina Sofía, en una sala en la que la música y toda su iconografía cobra fuerza con vídeos como el del dúo musical formado por Pedro Almodóvar y Fabio de Miguel. La tercera parte de la colección finaliza simbólicamente a principios de los ochenta, una época en la que aparece ARCO o llega a España el «Guernica» de Picasso, con la que se dará continuidad a la cuarta y última parte de la obra del Museo Reina Sofía.