Justo cuando la tensa campaña presidencial estadounidense llega a su clímax -con Obama, McCain o, en su ausencia, Palin y Biden, todos los días en los medios internacionales-, Hollywood ha decidido calentar aún más el ambiente y prepara para este otoño una serie de estrenos de películas de contenido político que tocan todos los asuntos imaginables, desde la religión al patriotismo, pasando por los derechos de los homosexuales y el mandato de George W. Bush. Cuenta El Mundo que los directores están mostrando todas sus inclinaciones políticas en sus cintas, ya sea mediante la comedia, con historias basadas en hechos reales o a través de la fantasía. Cualquier género es útil para enviar mensajes no tan subliminales a los votantes.
"Hay una sensación de que ahora estas producciones políticas pueden ser realmente exitosas y son cintas que apuntan hacia un lado del espectro o hacia el otro", afirma Robert Thompson, profesor de medios de comunicación y cultura popular de la Universidad de Syracuse.
La próxima semana, el controvertido director Oliver Stone lanzará su satírica biografía 'W', un intento por analizar las creencias de Bush y su matrimonio en los días previos a la invasión a Irak en 2003. Tom Ortenberg, productor ejecutivo del filme, ha afirmado que los realizadores reflejan a la sociedad, aunque la fecha de lanzamiento de la obra de Stone pueda parecer cargada de contenido político. "No intentamos moldear a la sociedad, pero sí reflejarla", aseguró. "La película es un análisis de cómo un hombre como George W. Bush se convirtió en presidente, y francamente de cómo cualquiera puede ser presidente", agregó.
En la línea patriótica se mueve la cinta de David Zucker -un progresista que se ha vuelto conservador-, la comedia An American Carol, que plantea que el amor hacia la patria se aprende, tal y como el señor Scrooge aprende a amar la Navidad en el cuento de Charles Dickens.
Y como no podía ser menos en esta campaña, el controvertido Michael Moore no ha querido dejar pasar de largo las elecciones y ha realizado su contribución a la campaña. El mes pasado lanzó un documental por Internet que fue visto por dos millones de personas en los primeros tres días de exhibición. En la cinta, titulada Slacker Uprising, Moore incluía una petición a los jóvenes para que acudan a las urnas y "salven a este país de cuatro años más de Gobierno republicano".
Con el debate sobre las uniones homosexuales calentando el ambiente en California, Milk, la biografía sobre el primer político estadounidense que hizo pública su orientación sexual hacia los hombres, Harvey Milk, se prepara para la cartelera. El papel de este pionero, que fue asesinado en 1978 cuando el movimiento por las libertades sexuales estaba aún en pañales, será interpretado en el cine por Sean Penn.
Sin embargo, después de que el año pasado las películas basadas en temas bélicos de no ficción, como El Valle de Elah, tuvieran una recaudación decepcionante, todavía queda por ver si los estadounidenses acudirán con la misma pasión a las taquillas que a las urnas.
Para Thompson "está bien saber que puedes ir al centro comercial en el pueblo en el que vives y ver algo que no sea helicópteros explotando y dibujos animados o a Julia Robert enamorándose". "El hecho de que estemos haciendo buenas películas viables sobre nuestra experiencia cívica es algo que creo que es bueno", agregó.