La crisis política que mantiene todas las miradas fijas en Cataluña y en la reacción del Gobierno de España desde hace más de un mes arroja, en clave de comunicación, algunas conclusiones importantes en cuanto a la manera de manejar en su beneficio el mensaje. En este sentido, reproducimos por su interés un análisis publicado por el portal Top Comunicación & RRPP en el que Miguel Ángel Rodríguez Caveda, COO de la multinacional de comunicación 3AWW, analiza los errores y aciertos de líderes políticos como Rajoy, Puigdemont, Sánchez, Rivera e incluso del Jefe del Estado, Felipe VI durante este último mes.
MARIANO RAJOY
El Presidente del Gobierno, según Miguel Ángel Rodríguez, COO de 3AWW, ha mantenido todo este tiempo una postura “esperada teniendo en cuenta su perfil y su actitud de cautela ante los problemas. No es dado a tomar decisiones en caliente y esta no ha sido una excepción”.
Errores: Mariano Rajoy Brey, “precisamente por su tranquilidad característica, quizá ha parecido que tardaba demasiado en determinadas ocasiones en salir a lanzar sus mensajes. Incluso la intervención de Felipe VI parecía referirse a su falta aparente de iniciativa, sin nombrarla directamente. Probablemente debería haber hecho hincapié en el mensaje económico y social hacia los catalanes, explicando lo que realmente supone la independencia. Además, de nuevo ha vuelto a ‘escudarse’ en Soraya para mensajes en los que la ciudadanía reclamaba su figura. Dicho esto, no esperaba otra cosa de él, pues es un político muy metódico y siempre actúa de este modo. Y en esta ocasión, a pesar de las críticas, no le está saliendo mal”, asegura Miguel Ángel Rodríguez.
Aciertos: “Esa misma calma, esa misma táctica de esperar el error del contrario, en esta ocasión también ha jugado finalmente a su favor. Dos son los aciertos evidentes en todo este periodo. Por un lado, la rebaja del tono cuando la situación lo pedía así, como en su intervención en el Congreso y, por otro, ‘pasarle la pelota’ a Puigdemont a la hora de decidir su destino. De esta manera, dijera lo que dijera, se auto inculparía de la aplicación del 155 o, de lo contrario, se pondría en su contra a la CUP creando un problema interno. La jugada ha sido poco menos que maestra”.
CARLES PUIGDEMONT
El President de la Generalitat siempre ha mantenido un discurso potente, agresivo, directo, “ha perseguido un objetivo que parecía claro desde el inicio, pero su error ha sido el de no saber contentar, ni siquiera, a sus propios seguidores”.
Errores: “Carles Puigdemont había aglutinado en su persona todas las esperanzas de diferentes partidos políticos unidos por un fin común, la independencia. Su discurso desde un principio fue claro en este sentido pero, llegada la hora de la verdad, dio un giro hacia un mensaje indescifrable e inconcluso que no contentó en absoluto a una parte de los suyos y que permitió al Gobierno de Rajoy tomar la iniciativa y ponerle frente al precipicio, diera la respuesta que diera. Se ha visto en un callejón sin salida y ha perdido la partida dialéctica con Rajoy”.
Aciertos: Para Miguel Ángel Rodríguez, Puigdemont sí “supo poner el foco del mundo en Cataluña y, el 1 de octubre manejó la actuación policial a su favor con un potente lenguaje victimista que hizo que mucha gente, movida por la indignación, se olvidara de ilegalidades y se centrara en el supuesto abuso policial. Pero ese mensaje fue efectivo solamente dos días, hasta que la prensa internacional le dio la espalda y tuvo que dar el paso definitivo que no se atrevió a dar”.
PEDRO SÁNCHEZ, PABLO IGLESIAS Y ALBERT RIVERA
Los principales líderes de la oposición, en palabras de Miguel Ángel Rodríguez, “han jugado en general un papel secundario y poco instructivo en toda esta crisis, con la excepción del líder de Ciudadanos. En lo que se refiere a Pedro Sánchez, su error principal ha sido el de no posicionarse y dar bandazos a la hora de intentar contentar a todos. Iglesias también ha tenido un papel poco creíble desde el momento en que su mensaje cambia cuando está en Cataluña y cuando está en Madrid… el “visca Catalunya lliure” y el “quiero que Cataluña se quede” son antagónicos y salen de un mismo interlocutor. Por su parte, Rivera es el único que ha sabido jugar un papel importante, con mucha más presencia mediática de la que acostumbra y con un mensaje claro y directo (mucho más directo que el del propio PP) a favor de la actuación contra el Govern. En el plano negativo, este posicionamiento puede que le perjudique en su afán de presentarse como un partido de centro, pero en términos generales puede valerle un reconocimiento importante entre la población y quién sabe si en las urnas también”.
FELIPE VI
“El monarca ha tenido que salir a dar el, hasta ahora, mensaje más importante desde que es Jefe del Estado. Su 23-F particular lo ha jugado con la baza de un mensaje de unidad y contundencia para quienes se saltan la ley, algo que seguro que ha pesado entre los líderes catalanes a la hora de calibrar lo que supondría penalmente la DUI. Quizá se puede poner un pero a su mensaje y es el de no haberse dirigido, al menos en una parte de su mensaje, en catalán a la ciudadanía catalana, más aun dominando el idioma como lo domina. Si lo hubiera hecho, hubiera reforzado la idea de que el catalán es una lengua más de un país multicultural y plurinacional como es España”, concluye Miguel Ángel.