La salida de Carles Martí del Ayuntamiento de Barcelona , donde ocupaba el cargo de primer teniente de alcalde, por el fiasco de la consulta sobre la remodelación de la Diagonal, convierte en el nuevo hombre fuerte del núcleo municipal al dirigente a Enric Casas, que hasta la fecha ejerce como director de comunicación e imagen corporativa del consistorio. Casas es además, desde diciembre de 2009, el director del área de alcaldía y, según fuentes próximas al equipo de gobierno, fue colocado en esa posición "a instancias de la dirección" del PSC, con el objetivo de "controlar" la actuación del núcleo de afines al alcalde.

Oficialmente, Carles Martí, primer secretario de la federación de Barcelona del PSC, era el enlace entre el partido y el equipo de gobierno del Ayuntamiento, pero de hecho, esas funciones eran asumidas por Casas, que suele actuar con una considerable discreción.

Por tanto, la conexión entre el PSC y el equipo del alcalde Hereu "no se ha roto" a pesar de la destitución de Martí, porque Casas mantiene esa conexión, entre otras cosas porque su experiencia en campañas electorales le ha proporcionado una "excelente relación" con pesos pesados del partido, como Miquel Iceta o José Zaragoza.

Desde la sede del PSC se tomó la decisión de encargar a Casas que intentase "poner orden" en el Ayuntamiento, ante los resultados cada vez más negativos para el PSC que daban -y siguen dando- las encuestas sobre las próximas elecciones municipales.

El ascenso de Casas se realizó en detrimento de la capacidad de influencia del propio Carles Martí y de Ignasi Cardelús, delegado de presidencia y relaciones institucionales del Ayuntamiento y otro de los hombres más influyentes del núcleo dirigente.

Enric Casas no se manifestó en contra de la convocatoria del referéndum sobre la reforma de la Diagonal, pero su "forma discreta de actuar" le he permitido no aparecer entre los perjudicados por el fracaso político en que se ha convertido la consulta.