El gobierno peruano ha probado su compromiso con la libertad de prensa al salir al paso del escándalo por el polémico indulto otorgado al empresario televisivo José Enrique Crousillat con la destitución del ministro de Justicia Aurelio Pastor, según Associated Press(AP). Crousillat exageró la gravedad de sus dolencias para obtener el indulto y críticos del gobierno plantearon que buscaban ayudar al empresario a recuperar el Canal 4 —el más influyente del país y crítico de García— de cara a las próximas elecciones regionales y presidenciales.

Pastor había prometido que dejaría su cargo si el presidente García dejaba sin efecto el indulto, lo que ocurrió el sábado en virtud de las irregularidades del proceso. Sin embargo, el ministro se negó a dejar su puesto, lo que generó varias críticas en la prensa local.

En respuesta, Pastor acusó al grupo editorial El Comercio de buscar su renuncia para “defender sus intereses económicos” y con ello poner en peligro la democracia del país.

Según el presidente del Congreso, la salida de Pastor pone en evidencia que “la libertad de prensa se mantiene inalterable y que el gobierno es respetuoso de la libertad de pensamiento”.

La policía nacional intensificó el viernes 19 de marzo la búsqueda de José Enrique Crousillat, el ex propietario de Canal 4, condenado a ocho años de cárcel por recibir sobornos durante el gobierno de Alberto Fujimori. El empresario está prófugo desde que el gobierno revocara el indulto en su favor.