Una de las historias más curiosas de las recientes elecciones municipales ha tenido lugar en La Vilella Alta, un pueblo de Tarragona. Ninguno de los 112 habitantes de la localidad acudieron a votar, indignados porque sólo se había presentado una lista, del PP, encabezada por un candidato que reside en las Islas Canarias.
Por ello, los habitantes del pueblo, todos a una, decidieron no acudir a votar, con lo que la abstención fue del cien por cien, según fuentes municipales, que estudian ahora la posibilidad de convocar nuevas elecciones.
De entrada, solo se habían presentado dos listas, la del PP y la local de Progrés Municipal (PSC-PM), la primera de ellas encabezada por José Luis Fernández, un militante popular de las Islas Canarias. La candidata de PSC-PM, una vecina de Reus, Nuria Bondesio, decidió finalmente no presentarse a los comicios, por lo que la candidatura del PP, encabezada por una persona ajena al municipio, era la única a la que podían votar los vecinos de La Vilella Alta, que acordaron boicotear los comicios y abstenerse todos.
Así, el actual alcalde en funciones, Josep Maria Rebull, se verá obligado a formar una gestora para gobernar el municipio hasta que se decida si se convocan nuevas elecciones. Lo más curioso es que el candidato a alcalde tampoco votó, pero es que, claro, estaba en Canarias y se debió liar con el cambio de hora...