Recogemos, por su interés, un artículo publicado por Ana I. Martín en El Semanal Digital, en el que analiza el supuesto acercamiento de los consultores de comunicación política al principal partido de la oposición: La política es negocio para muchos consultores, aquellos que coloquialmente se denominan gurús de la cosa electoral. Y ahora que se acercan las elecciones municipales y autonómicas primero, y las generales diez meses después, el sector comienza a mover sus fichas.
En los últimos meses algunos de los más reputados asesores políticos han llamado a Génova 13 para cortejar a Mariano Rajoy y prestarse a trabajar codo con codo con él para pegar la campanada en los comicios de mayo de 2011 y, después, ayudarle a conquistar La Moncloa. Objetivo que a día de hoy parece más que posible, según todas las encuestas. La última, publicada este domingo por El País, le otorgaba una ventaja de 14,5 puntos sobre el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero.
Uno de los primeros en ofrecer sus servicios al líder de los populares fue Antonio Sola (de la consultora política Ostos & Sola), que ya trabajó para Rajoy en la campaña de las generales de 2008 como asesor de imagen y, más recientemente, en la de Jaime Mayor Oreja para las europeas del año pasado. Mas Consulting España, con Daniel Ureña a la cabeza, también ha llamado a las puertas de Génova 13. Y a las de los brazos regionales del PP, puesto que las elecciones autonómicas también suponen un menú suculento para este negocio.
Aunque sin duda el caso más curioso de entre todos ha sido el del estratega Juan Campmany, presidente de DDB España y creador de la archiconocida marca ZP, que ayudó a Zapatero a conquistar la Presidencia del Gobierno en 2004. Su maniobra de acercamiento al PP levantó ampollas la semana pasada, según pudo constatar este periódico.
La cosa fue así. Campmany se puso en contacto allá por mayo con los populares para solicitar una entrevista con el propio Rajoy y ofrecerse a poner sus conocimientos a su servicio. Pero no fue el presidente del PP quien le recibió, sino una persona de su Gabinete, Alfonso de Senillosa, uno de los más estrechos colaboradores de Jorge Moragas. Más que nada, por cortesía.
El asunto quedó ahí hasta que el 24 de septiembre Campmany aprovechó un coloquio para contar que Rajoy le había preguntado meses antes sobre la conveniencia de usar la marca MR12 para las próximas generales, y que él le respondió que le sonaba a "misil" (no en vano el MR-12 fue un cohete sonda soviético). La noticia hizo correr ríos de tinta.
Y, a partir de ahí, el enfado en Génova 13 fue de los sonados, porque ni la idea de MR12 había partido de los populares ni Rajoy le fue a pedir consejo al gurú político. El publicista lo hizo, según ellos, para darse "notoriedad". Tal fue el revuelo que Campmany telefoneó al equipo del líder de la oposición para pedir una y mil disculpas, pero para entonces el PP ya tenía decidido que no iba ficharle. No en vano, que fuera el padre de ZP no es una buena carta de presentación en casa del PP ni fácil de comprender para su electorado.
Rajoy y su equipo saben que cuando se acerquen las elecciones deberán reforzar el área que dirige el sociólogo Pedro Arriola -que sí trabaja permanentemente para el PP-, pero de momento no está en eso. Entretanto, los gurús seguirán llamándole prometiéndole aquello de yo puedo hacerte presidente.