El 17 de diciembre de 2009, Juan Lopez de Uralde -entonces director de Greenpeace España- y Nora Christensen vestidos con trajes de gala protagonizaron una sonada acción de protesta de los ecologistas en la cena oficial final de la Cumbre contra el Cambio Climático de Copenhague.
Desplegaron, ante la Reina, centenares de Jefes de Estado y miles de medios de comunicación, una pancarta con la leyenda “Los políticos hablan, los lideres actuan” para criticar la falta de acuerdo en la reunión.
Esto les supuso pasar 20 días en la cárcel tras la acción. Y como la protesta sucedió en el palacio de Christiansborg ante la Reina y dejando en mal lugar al gobierno noruego y la seguridad de la Cumbre, en el juicio celebrado el pasado verano, el fiscal llegó a pedir penas de hasta 3 años de carcel contra los activistas.
Incluso, pese a ser una acción pacífica y reivindicativa, recurrieron a un agravante por proximidad a la Reina que no se usaba desde hace décadas. Aunque el juez dictaminó una sentencia mínima.
Sin embargo ahora curiosamente, el smoking y el vestido de gala que los dos activistas llevaban en la acción -donde se hicieron pasar por “jefe de Estado de la Madre Tierra”-, están expuestos en el museo National Museet de Copenhague.
Forman parte de una muestra titulada “Europa encuentra al mundo” y en donde los trajes son puestos como ejemplo de los “valores europeos”. El propio Juan Lopez de Uralde ha mostrado su sorpresa por el hecho en su cuenta de Twitter.