El ex secretario de Organización de UCD José Ramón Caso aseguró, durante el último encuentro Forocompol sobre comunicación política, que el SPD alemán sugirió al PSOE de Felipe González acabar con la figura política de Adolfo Suárez como única vía de ganar las elecciones en España tras su derrota en las elecciones generales de 1979.
Caso, posterior secretario de CDS y uno de los más estrechos colaboradores de Adolfo Suárez, hizo estas declaraciones en el transcurso de una charla-coloquio organizada por Forocompol, donde el político centrista analizó las técnicas de comunicación empleadas durante los primeros años de la transición democrática.
Durante el debate, desgranó la influencia de la SPD alemana en el PSOE de Felipe González, decisiva a su juicio para que el Partido Socialista se convirtiese en un actor determinante de la transición en prejuicio del Partido Comunista de Carrillo. “La SPD enseña, guía y hasta financia al PSOE durante los primeros años de la democracia”, aseveró.
A su juicio, la influencia de la socialdemocracia alemana fue básica en la historia de España, ya que fueron los asesores del SPD quienes recomendaron a Felipe González que “acabara con la figura de Suárez”. Caso explicó que tras las elecciones del 79, los expertos alemanes aconsejaron erosionar la popularidad y el carisma de Adolfo Suárez como único medio para llegar al poder.
“A partir de ahí se desató una lucha en todos los frentes para desacreditar la imagen no tanto de la UCD como la de Adolfo Suárez”, dijo el ex secretario de Organización de UCD, quien subrayó que “la política es la batalla por el poder”. “En eso se parece a la guerra, sólo que la confrontación se realiza mediante la palabra”, añadió.
La influencia de la socialdemocracia alemana se reflejó también a juicio de Caso en la actual Ley Electoral, herencia de los primeros tiempos de la transición. “Se intenta copiar el sistema electoral alemán, con una cierta prima a los partidos mayoritarios para que haya gobernabilidad”, apuntó.
El ex dirigente centrista afirmó que se trataba de evitar el sistema de la II República, que fue muy proporcional, pero derivó en problemas de gobernabilidad. “Suárez se hizo eco del argumento principal de la transición: evitar que los españoles nos matásemos entre nosotros, y se hicieron muchas concesiones para evitar cualquier tipo de violencia”, concluyó.