Las redes sociales están configurando una nueva manera de interpretar la realidad que no siempre discurre en coherencia con lo dispuesto por la agenda oficial que configuran los distintos poderes de nuestra sociedad. Según un novedoso sistema de escucha activado por Evidentia Marketing y Torres y Carrera en torno al proceso de formación de Gobierno muestra durante el periodo seleccionado (febrero-­‐marzo 2016) una creciente desafección entre la política y las redes sociales.

Especialmente llamativos son los resultados obtenidos en la escucha realizada en paralelo al proceso de investidura de Pedro Sánchez. El primer día (martes, 1 de marzo) el único hashtag de naturaleza política que aparece entre los diez primeros del día es #OtegiFree.

Es preciso bajar hasta el puesto 22 para encontrar #SesiónDeInvestidura. La situación se hace más extrema en la segunda votación del proceso de investidura. El viernes, 4 de marzo directamente no hay ningún hashtag relacionado ni con la investidura ni con la política entre los 30 primeros trendic topic del día.

A principios de febrero, coincidiendo con el encargo del Rey Felipe VI a Pedro Sánchez para que intentara formar Gobierno, el sistema de escucha detectó una mayor presencia de temas políticos entre los trendic topic de la red. En concreto el hashtag #PodemosZaragoza se erigió como nº 2 de la lista coincidiendo con su “porra” sobre el reparto de ministerios en un hipotético gobierno PSOE­‐Podemos.

En cualquier caso, ni entonces ni ahora las nubes de tags obtenidas del entorno en redes de usuarios políticos -100 por cada una de las cuatro principales formaciones- tenían coincidencia con los tags obtenidos de los testimonios generales registrados en la red.

Tampoco hay coincidencias entre las palabras clave registradas entre los tags políticos con los temas que más preocupan a los españoles según la última encuesta del CIS. De hecho, entre los trendic topic registrados a principios de febrero sí que había una presencia significativa de referencias a casos de corrupción, el segundo problema, por detrás del paro, que más preocupa a los españoles.