Una de las ministras de José Luis Rodríguez Zapatero aspira ahora a sucederle en la secretaría general del PSOE. Carme Chacón es una de las pocas socialistas que han sobrevivido al Consejo de Ministros, y que cuentan con opciones de seguir en primera línea política. Pese a que la paridad en el Ejecutivo y la lucha por la igualdad constituyen uno de los mejores legados del presidente en funciones, Zapatero no siempre ha acertado en la elección de sus colaboradoras.
Cuenta El Confidencial en un amplio y detallado reportaje que más de siete años después del controvertido posado en la revista Vogue, el destino de las mujeres que han formado parte del Gobierno resulta muy desigual.
Chacón ha mantenido una carrera ascendente, desde la Mesa del Congreso al Ministerio de Defensa, pasando por el de Vivienda; pero si alguien ha representado la apuesta de Zapatero por las políticas feministas, y su conexión con el electorado femenino, esa fue María Teresa Fernández de la Vega. La ex vicepresidenta acumuló un gran poder en Moncloa como número dos del Ejecutivo, titular de Presidencia y portavoz.
La salida de De la Vega acabó con la paridad estricta en el Consejo de Ministros, y alejó a la vice de los focos. La ex número dos de Zapatero fue una de las protagonistas de la polémica fotografía en la revista Vogue de 2004, donde quedaron retratadas las 8 primeras ministras del Gobierno socialista: María Jesus San Segundo (Educación), fallecida en 2010; Elena Salgado (Sanidad), Carmen Calvo (Cultura), Magdalena Álvarez (Fomento), María Antonia Trujillo (Vivienda), Cristina Narbona (Medio Ambiente) y Elena Espinosa (Agricultura).
Salgado es la única que ha superado todas las remodelaciones, pasando por Administraciones Públicas y reemplazando a Pedro Solbes en la vicepresidencia económica. La titular de Economía renunció a ir en las listas electorales del PSOE, y está por ver cuál será su ocupación después de haber sufrido el azote de la crisis de la deuda, el crecimiento desbocado del desempleo y de haber pilotado los recortes para frenar el déficit.
El resto de ex ministras ha desaparecido del entorno de Zapatero. Calvo y Trujillo se han quedado fuera del Congreso y mantienen una actitud crítica con la gestión del presidente poco habitual de ver en el PSOE. Ambas son docentes universitarias, pero no se han retirado completamente de la política y Trujillo sigue desempeñando un papel activo en Extremadura, donde ha pedido también a Guillermo Fernández Vara que abandone el liderazgo del partido.
Espinosa renunció a última hora a ocupar un escaño en la Cámara tras sobrevivir con discreción durante 6 años en el Consejo de Ministros, aunque sí ha participado en la campaña electoral en Galicia.
Quien sí vuelve al Congreso es Narbona, elegida por Rubalcaba para coordinar la ponencia de su programa electoral y para ocupar uno de los primeros puestos en la lista por Madrid. Su futuro parlamentario puede depender de si Rubalcaba es elegido secretario general del PSOE.
Por su parte, Magdalena Álvarez encontró un gran destino en el Banco Europeo de Inversiones, donde ostenta una de las vicepresidencias, con un sueldo de 20.000 euros mensuales. Entre las elegidas para el segundo mandato de Zapatero, destaca el destino de Bibiana Aído, quien consiguió que el Ministerio de Igualdad le sirviera de trampolín para aterrizar en la Agencia de la ONU para la Mujer junto a Michelle Bachelet.
Mercedes Cabrera, que sustituyó a San Segundo en 2006, resistió como diputada tras abandonar el Gobierno, y ahora puede volver a la Universidad Complutense o disfrutar de unos ahorros superiores a 6 millones de euros, según reflejó en su declaración de bienes parlamentaria.
Beatriz Corredor destacó por su humildad al aceptar continuar como secretaria de Estado tras ser eliminado el Ministerio de Vivienda; Cristina Garmendia, a quien las apuestas daban por amortizada en la última crisis de Gobierno, ha llegado al final del mandato de Zapatero y puede regresar a su entorno natural, la empresa privada. L
En 2009 se incorporó al Ejecutivo la cineasta Ángeles González Sinde como titular de Cultura. Su gran aportación ha sido dar nombre a una norma contra la llamada piratería que ha dividido al PSOE hasta el pasado Consejo de Ministros, donde se paralizó el reglamento de la conocida como ley Sinde.
Su batalla contra las descargas le ha enfrentado a importantes capas de la sociedad, mientras que su terquedad a la hora de revisar el canon digital le ha separado también de la industria informática.
Finalmente, la remodelación de 2010 significó la entrada de Leire Pajín a Sanidad, Rosa Aguilar a Medio Rural, y el salto de Trinidad Jiménez a Exteriores. Las tres primeras han sido cabezas de cartel electoral en Alicante, Córdoba y Málaga, respectivamente, y se espera que sigan ejerciendo un papel destacado en el Grupo Parlamentario Socialista. No obstante, todas conservan cicatrices de su periplo político en los últimos años.