Nacida en el tardofranquismo, la revista que aunó sensibilidades de todas las ideologías y fue una aventura de formación de ciudadanos para la democracia fue Cuadernos para el Diálogo, que sirvió, además, de sólido refugio para intelectuales, políticos y periodistas comprometidos con la libertad.
Con periodicidad mensual, salió a la calle hace ahora 50 años, en octubre de 1963, de la mano de Joaquín Ruiz-Giménez, exministro de Franco y político de gran prestigio.
Algunos de quienes contribuyeron a su existencia rinden ahora homenaje, en colaboración con la Universidad Pontificia de Salamanca, a una publicación esencial, que vio en el diálogo, la comprensión, la tolerancia y el entendimiento, una palanca para construir la democracia.
Elías Díaz, que formó parte de la Junta de Fundadores, recuerda que la idea se venía gestando desde 1956, cuando Ruiz-Giménez fue destituido como ministro de Educación y se incorporó a la Universidad de Salamanca. “
Ruiz-Giménez entró en contacto con jóvenes inquietos y críticos, con una sociedad que no había vivido la Guerra Civil y tuvo ocasión de practicar el diálogo y la tolerancia con otro colega, Enrique Tierno Galván, entre quienes había una relación de conflicto. “El diálogo entre ambos era importante: se contraponía un cristiano y un agnóstico, un vencedor y un vencido, un democristiano y un socialista”, apunta Díaz, para quien la revista era una metáfora de lo que años más tarde fue la Transición. C
Según cuenta el diario El País, la revista comenzó a dar sus primeros pasos en una Redacción ubicada en un chalé madrileño. Era la única publicación en la que era posible encontrar artículos de gente de adscripción política contraria al franquismo. “Todos perseguíamos los mismos objetivos: la democracia, la libertad, el respeto a los derechos humanos y el respeto de unos hacia otros, la evitación de la tentación de la violencia y la primacía del discurso sobre la pelea”, afirma Rupérez, que no mira atrás con nostalgia. “Fue una época con dificultades, pero muy positiva en la siembra de la semilla democrática”.