Ante la dificultad cada vez mayor que tienen los medios para conseguir entrevistas y declaraciones de los políticos, muchos están empezando a permitir que éstos puedan revisar y modificar sus comentarios una vez realizados, incluso con el artículo ya publicado.
La práctica es cada vez más frecuente y son varios los medios estadounidenses que la vienen realizando últimamente, algunos de ellos muy poderosos, como es el caso de Bloomberg, The Washington Post, Vanity Fair, Reuters o The New York Times.
Cuenta 233º que es precisamente un artículo publicado en el diario neoyorkino, en el que se cuestionaban este tipo de prácticas, el que ha encendido la mecha de lo que se ha convertido en el gran debate del periodismo en Estados Unidos en estos momentos, donde se está poniendo en duda el papel vigilante de la política que puede tener el llamado cuarto poder de esta forma.
El tema va incluso más allá de la propia ética periodística porque según la agencia Associated Press la previa aprobación de la modificación de las citas podría estar prohibida.
El diario británico The Guardian también ha querido manifestarse sobre esta polémica, asegurando que la publicación de citas "modificadas" es un precio muy alto a pagar para conseguir fuentes dispuestas a dar entrevistas de manera oficial. "Cuando los periodistas le dan a las fuentes la oportunidad de modificar lo que han dicho, nos convertimos en cómplices del cambio de opinión. Cuando lo hacemos sin revelar esta práctica, nos convertimos en conspiradores de una mentira a la gente que se supone debemos servir: el público", manifiesta el diario.