Las elecciones catalanas tienen una clave que va más allá de la cuestión política... y es que la campaña desarrollada por Artur Mas y los sectores partidarios de la independencia ha sido de manual con objeto de designar un adversario externo como compendio de todos los males y de recurrir a las emociones frente al raciocinio.

Cuenta El Semanal Digital que los "trucos" están perfectamente identificados y abarcan desde el llamado efecto goggle -nada que ver con el efecto Google- a los de manada y familiaridad.

En el caso del primero, se trata de deslumbrar a los receptores con estímulos positivos que les hagan más permeables a las propuestas. "En el caso de los independentistas, vinculan la independencia con una menor corrupción, mayor capacidad económica, menos problemas... Todo es positivo", ha explicado Pedro Bermejo, autor de Quiero tu voto.

En lo referente al efecto manada, se aprovecha la tendencia natural a seguir a aquellos que pertenecen al mismo grupo que nosotros. "La Diada sería un ejemplo, porque solemos imitar a los demás, y más si se percibe algo como positivo y que nos integra. La maniobra es muy clara: se potencia a un grupo bueno frente a otro que sería el malo, en este caso España", señala Bermejo.

Otro aprovechamiento es el del efecto de familiaridad, por el que tendemos a valorar mejor lo que nos es más cercano: "Ese sesgo identifica todo lo nuestro como lo mejor, ya sea la cocina de nuestra madre o, en este caso, Cataluña, por eso todo lo que pertenece a ella es bueno y lo que no lo es, como España, viene de fuera".

A nadie se le escapara todo el discurso victimista que presenta a España como la "malvada" y que ha llevado a todo tipo de ditirambos, desde el "España nos roba" a Artur Mas equiparando a Pablo Iglesias con José María Aznar bajo el "discurso de la ultraderecha" o un Raúl Romeva responsabilizando al Estado español del retraso en los trenes catalanes o del desmantelamiento del Estado de Bienestar mientras se olvidan los recortes de la Generalitat en conciertos, subvenciones y prestaciones sociales.

El neurocientífico también identifica rasgos paranoides en ello: "Se identifica a algo externo como causante de todos los males, lo cual es una respuesta absolutamente emocional, porque lo racional sería intentar analizar el por qué de las cosas. Pero así se sustituye el raciocinio por un causante externo de todos los males al que se le responsabiliza de todo". Basta con escuchar los discursos de los voceros independentistas para darse cuenta de que las pautas son de libro.